Hombrelengua
El blog de la lengua y la literatura en castellano
Hombrelengua
Blog creado para brindar información actualizada acerca de la lengua y la literatura castellana.
viernes, 3 de agosto de 2012
Enseñando gramática con tiras cómicas
Este trabajo coinstituye una serie de actividades utilizando las tiras còmicas y de esta manera el alumno se divierta aprendiendo.
ESTIMULAR EL LENGUAJE
Actualmente un elevado número de niños son diagnosticados de retraso y
trastorno del lenguaje, se habla constantemente de la conveniencia de acudir al
especialista ya que la detección y el tratamiento precoz son esenciales.
Del trabajo que realiza el especialista depende en gran medida la evolución del niño, sin embargo, el trabajo con los padres es una prioridad, informarles sobre como se estimula el lenguaje y sobre los objetivos de tratamiento de su hijo es parte fundamental del tratamiento.
Del trabajo que realiza el especialista depende en gran medida la evolución del niño, sin embargo, el trabajo con los padres es una prioridad, informarles sobre como se estimula el lenguaje y sobre los objetivos de tratamiento de su hijo es parte fundamental del tratamiento.
Las siguientes pautas son generales, muy útiles para establecer un
intercambio comunicativo positivo. Esta es la base para posteriormente trabajar
en casa, guiados por el especialista, objetivos de tratamientos más
complejos.
¿Cómo hablar al niño?
- Adaptar nuestro lenguaje al niño:
Hablar despacio sin modificar nuestra entonación, marcando los sonidos, sobre
todo los sonidos que aún no se producen o pronuncian mal.
Marcar todas las palabras dentro de la frase, sobre todo las palabras de función ya que la atención al lenguaje no es muy madura. ” la niña monta en el coche”
Tener en cuenta los objetivos que actualmente trabajamos y recalcar este tipo de producción al dirigirnos al niño. Esta será su línea base y ajustaremos los enunciados a los objetivos. Es importante ofrecer estructuras gramaticales ordenadas y bajas en complejidad puesto que inicialmente es más sencillo que aprendan estos modelos.
Hablar acerca de sus intereses y sobre lo que compartimos en el momento presente. - Favorecer los intercambios comunicativos:
Establecer periodos de interacción solos o a través de una actividad
rutinaria o un juego.
Escuchar lo que nos quiera decir, mostrándonos pacientes y receptivos (evitar mostrar preocupación). Hay que darles tiempo para que expresen con tranquilidad y establecer contacto ocular poniéndonos a su altura.
Es importante no responder por él y dejar que se exprese con libertad.
jueves, 2 de agosto de 2012
La gramática y la ortografía en los mensajes de textos por celular
Después de haber observado y escuchado el video, responde:
¿Por qué los adolescentes suelen abreviar la palabras?
¿Con cuál de los adolescente te identificas? ¿Por qué?
Si no se hubiesen inventado los celualres ¿los usuarios redactarían adecuadamente sus mensajes?
APORTES LÉXICOS AL IDIOMA ESPAÑOL
INTRODUCCIÓN
Las unidades léxicas no saben de fronteras ni latitudes. Llevadas por el trasiego del hombre, pueden pasar con facilidad de un sistema lingüístico a otro, adaptándose a las circunstancias del nuevo medio, y pueden arraigar y ganar vitalidad en un habla cuando en su sistema de procedencia ya se han debilitado apreciablemente o desaparecido del uso
- Acequia: “canal de riego o de drenaje”.
- Alacena: “tipo de armario”.
- Almanaque: “calendario”.
- Almirez: “mortero para machacar”.
- Fanega: “medida de capacidad y de superficie”.
- Toronjil: “clase de hierba medicinal, empleada por sus propiedades estomacales y antiespasmódicas”.
- Zalea: “trozo de tela o piel curtida que se coloca sobre el somier para evitar que se estropee el colchón”.
Aporte de voces indígenas
Además, es importante que tengas en cuenta que —tal como sucedió con el latín— el español de América está sometido al sustrato indígena, por lo que muchas lenguas como el caribe, el quechua, el mapudungun, el náhuatl, el aymara, el guaraní y el arahuaco de las Antillas, han dejado su huella en nuestro idioma. Ya Cristóbal Colón atestiguó palabras que había oído a los nativos, como ají, cacique, hamaca, canoa, tiburón. Muchos de estos americanismos se refieren a la flora y a la fauna, a la vida rural, a la cocina y a los utensilios domésticos, a la terminología de la agricultura y de la industria minera, y han llegado a ser universalmente conocidos y usados. Y en esta difusión, tenemos mucho que agradecer a brillantes escritores peninsulares del Siglo de Oro que emplearon americanismos en sus obras, siendo Lope de Vega el que realiza el esfuerzo más significativo para incorporar voces indígenas americanas a la lengua de la literatura hispánica.
Era la langua de los araucanos. Del mapucha recibió el español varios vocablos: poncho (capote de monte), guata (alemán ‘Watte’), ruca (choza).
Palabras tomadas del tupí-guaraní: jaguar, ananas (los españoles también la llama piña), yacaré (caimán), tapioca (fécula de yuca).
Los quechuas eran una tribu emparentada con los aimará; ambas familias representaban el grupo étnico andino, base del imperio inca (hoy Bolivia y Perú).
Quechua
De los quechuas, por el camino de Pizarro, recibió el español varios vocablos: caucho, coca, chicha (bebida sacada del maíz), llama, cóndor, vicuña, pampa (llanura), papa (patata).
LEE ESTA RECETA E IDENTIFICA LAS PALABRAS SUBRAYADAS. LUEGO, INTENTA DESCUBRIR DE DONDE PROCEDEN.
Albóndigas a la jardinera
Ingredientes
Para las albóndigas
- Carne de cerdo picada 80 g
- Carne de ternera picada 80 g
- Sal común 1 g
- Pimienta blanca 0,5 g
- Huevo 20 g
- Ajo picado 2 g
- Perejil 1 g
- Pan remojado en leche 20 g
- Harina c/s
- Aceite de girasol c/s
- Para la Salsa 1 Ración
- Aceite de oliva 20 g
- Zanahoria 50 g
- Guisantes 50 g
- Cebolla 50 g
- Ajo5 g
- Apio 10 g
- Puerro 10 g
- Laurel 1/2 hoja
- Pimentón dulce 1 g
- Vino blanco 30 g
- Caldo de carne 200 g
- Azúcar 5 g
Preparación:
Es una elaboración muy completa y muy Mediterránea. Contiene proteína, verduras, especias, etc.
Es una elaboración que reúne las condiciones necesarias para ser un plato único en toda una comida.
1º En un bol agregamos la carne picada, las especias, el ajo muy picado, el huevo, el pan remojado en leche y el perejil muy picado. Lo amasamos todo y realizamos bolas de carne de unos 30 g/aprox. y por ración usaremos 5 albóndigas.
2º Las pasamos por harina y las freímos en aceite de girasol con el aceite muy caliente y que dore la harina y deje cocida la albóndiga. Reservamos.
3º En una cazuela con aceite de oliva, agregamos la hoja de laurel y la bresa muy picada de cebolla, ajo, apio, puerro y zanahoria. Lo sofreímos bien y agregamos rodajas de zanahoria.
4º Añadimos una cucharada de pimentón dulce, el tomate frito y dejamos cocer todo junto.
5º Agregamos las albóndigas, las mojamos con vino y dejamos cocer unos minutos, a continuación le añadimos caldo de carne. Dejamos cocer unos 15 minutos y pasado este tiempo le agregamos los guisantes que habremos cocido previamente unos 10 minutos.
6º Cocemos todo junto otros 10 minutos y listas las albóndigas jardinera.
Si la salsa queda un poco líquida se puede ligar con una picada o con un poco de harina tostada, o maicena disuelta en caldo.
Servir en plato hondo.
INFORMACIÓN NUTRICIONAL
- 1 RACIÓN
- Kilo Calorias (Kcal) 680
- Proteinas (g) 39,3
- Hidratos de carbono (g) 31,3
- Fibra (g) 16,1
- Grasas totales (g) 38,6
- Colesterol (mg) 278
- Alcohol (g) 2,6
- Agua (g) 338
- Calcio (mg) 360
- Hierro (mg) 19,5
- Yodo (micro gramos) 25,6
- Magnesio (mg) 261
- Zinc (mg) 5,1
- Selenio (micro gramos) 25,5
- Sodio (mg) 3270
- Potasio (mg) 2070
- Fósforo (mg) 830
- Carotenos (micro gramos) 4000
- Ac Fólico (mg) 124
Relaciona estas palabras de procedencia árabe con su respectiva imagen.
¿HABLAMOS ESPAÑOL O CASTELLANO?
Hoy en México los manuales de gramática se publican
generalmente referidos a la lengua española y no a la
castellana. Esto sin embargo no es igualmente cierto en otros
ámbitos geográficos y en otros tiempos. En algunos países
sudamericanos —quizá como restos de una actitud nacionalista
a ultranza— parece preferirse la denominación de castellano
o lengua castellana para evitar la referencia a España. Aquí
mismo en México, pero en 1900, don Rafael Ángel de la
Peña, un muy buen gramático olvidado, publicó un
libro importante con el título de Gramática teórica
y práctica de la lengua castellana, como lo había
hecho antes don Andrés Bello, entre muchos otros. Asimismo en
México la designación oficial por parte de la Secretaría
de Educación Pública es español, aunque
no hace mucho se decía también lengua nacional.
No recuerdo que se le haya nombrado, recientemente, castellano
por parte de las autoridades educativas. Sin embargo en habla coloquial
no es raro oír expresiones como "en México se habla
muy buen castellano" o "el castellano debe enseñarse
en las escuelas". En nuestra Constitución Política
no se hace referencia a la lengua oficial, tal vez porque esto, por
obvio, no resulta necesario. En España, por lo contrario, hace
poco, en 1978, los constituyentes dejaron establecido, en el artículo
tercero de la Constitución española, que "el castellano
es la lengua oficial del Estado". El que tan importante documento
determinara que la lengua que hablamos en más de 20 países,
incluido el que se denomina España, se llame castellano
y no español produjo y sigue produciendo enconadas discusiones.
De lo que no puede caber duda es de que, en sus principios, la lengua
que hoy hablamos tantos millones de seres humanos no fue sino castellano
pues, aunque se considera caprichosamente como fecha de "nacimiento"
de nuestra lengua el año 978, cuando monjes del Monasterio de
San Millán de la Cogolla anotaron, en los márgenes de
algunas vidas de santos y sermones agustinos, las "traducciones"
de ciertas voces y giros latinos a la lengua vulgar, que
no era otra cosa que el dialecto navarro-aragonés, lo cierto
es que el castellano, nacido como dialecto histórico del
latín en las montañas cantábricas del norte de
Burgos, en el Condado de Fernán González, lo absorbió
a partir del siglo XI, igual que al leonés, y respetó
sólo al catalán y al gallego. Andando el tiempo, con la
alianza de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, el castellano
dejará en forma definitiva de ser lengua regional y pasará
a constituirse en lengua verdaderamente nacional. Será a partir
de entonces cuando con toda justicia le convenga el apelativo de lengua
española, lengua de España. En 1535 escribe Juan
de Valdés: "La lengua castellana se habla no solamente por
toda Castilla, pero en el reino de Aragón, el de Murcia con toda
el Andaluzía y en Galizia, Asturias y Navarra; y esto aún
hasta entre gente vulgar, porque entre la gente noble tanto bien se
habla en todo el resto de Spaña". Esta afirmación
de Valdés lleva a Rafael Lapesa, uno de los mejores historiadores
de la lengua española, a escribir: "El castellano se había
convertido en idioma nacional. Y el nombre de lengua española,
empleado alguna vez en la Edad Media con antonomasia demasiado exclusivista
entonces, tiene desde el siglo XVI absoluta justificación y se
sobrepone al de lengua castellana".
Así que, a partir de entonces, el castellano pasa a ser español
y no dejará de serlo, aunque cosa contraria diga la Constitución
española. Es definitivamente más importante la tradición
secular que la conveniencia política. Quizá pretendieron
salvaguardar el discutible derecho que otras lenguas, como el catalán
y el vasco , tienen de ser llamadas "españolas", como
deja verse en la segunda parte del artículo citado: "Las
demás lenguas españolas serán también oficiales
en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos".
En otras palabras, el catalán es, según esto, tan español
como el español (como el castellano, según la Constitución
española).
Estoy plenamente convencido, como muchos otros, de que la lengua que
hablamos debe llamarse española porque, a las razones históricas
que aduje, habría que agregar otras muchas, como las que menciona
Juan Lope Blanch, en un artículo sobre este mismo tema: las instituciones
culturales españolas no se refieren al castellano sino
al español ("de la lengua española es la Gramática
y es el Diccionario de la Real Academia Española"); la gran
mayoría de nuestros gramáticos modernos la han denominado
española; en otras lenguas, así se le denomina
(espagnole, spagnuola, Spanish, Spanisch); el castellano, lingüísticamente
hablando, hoy es sólo un dialecto de la lengua
española; es decir, el español que se habla en Castilla.
Independientemente de que en España razones políticas
llevaron a la equivocada decisión de cambiar el nombre de nuestra
lengua, en Hispanoamérica, que no fue consultada para ello, no
hay razón alguna para dejar de denominarla española,
como en efecto es desde el siglo XVI la lengua que nos une.
miércoles, 1 de agosto de 2012
Premio Nobel de Literatura
El Premio Nobel de Literatura es uno de los 5 premios específicamente señalados en el testamento del filántropo sueco Alfred Nobel. Según sus palabras, el premio debe entregarse anualmente «a quien haya producido en el campo de la literatura la obra más destacada, en la dirección ideal». La institución encargada de seleccionar al ganador es la Academia Sueca (en sueco, Svenska Akademien), y se concede el primer jueves de octubre de cada año.
Once de los autores galardonados con el premio fueron de habla hispana: los españoles José Echegaray (1904), Jacinto Benavente (1922), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1989); los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971); el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967); el colombiano Gabriel García Márquez (1982); el mexicano Octavio Paz (1990) y el peruano Mario Vargas Llosa (2010).
Es un premio muy polémico debido a que se ha ignorado a autores que realizaron aportes significativos a las letras y reconocidos a nivel mundial. Algunos expertos señalan que grandes autores clásicos del siglo XX no recibieron el premio. Según David Remnick, director de la revista The New Yorker, escritores como Marcel Proust, James Joyce o Vladimir Nabokov debieron alzarse con el galardón. Críticos literarios como Emmanuel Carballo y Sergio Nudelstejer añaden a esta lista a Franz Kafka o a Jorge Luis Borges. Adolfo Castañón incluye también a Julio Cortázar. El escritor y crítico Noe Jitrik mencionó en ensayos periodísticos a Augusto Roa Bastos. Kjell Espmark, miembro de la Academia sueca, en su libro El Premio Nobel de Literatura. Cien años con la misión repasa algunas de las omisiones más graves en la concesión del Nobel como fueron Liev Tolstói, Emile Zola, Henrik Ibsen, o Paul Valéry, por mencionar sólo algunos.
Dos de los ganadores rechazaron recibir el premio: Borís Leonídovich Pasternak en 1958 (bajo una intensa presión del gobierno soviético) y Jean-Paul Sartre en 1964 (alegando que su aceptación implicaría perder su identidad de filósofo).
¿Castellano o español?
El español fue el desarrollo del castellano, dialecto de Castilla, a lo largo de la Reconquista. A partir de los Reyes Católicos, el castellano se convirtió en la lengua del Imperio. Desde el siglo XVIII, el término castellano se va sustituyendo por el de español.
Cuando se redactó la Constitución de 1978, la discusión se centra en tres posturas distintas, basadas las tres en un acuerdo general: que haya una lengua oficial y ésta sea la lengua común de españoles e hispanoamericanos.
En la actualidad
Para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los términos castellano y español.
La polémica sobre cuál de estas denominaciones resulta más apropiada está hoy superada.
El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, ya que se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos millones de personas (América Latina y España). Asimismo, es la denominación que se utiliza internacionalmente (Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.). Aun siendo también sinónimo de español, resulta preferible reservar el término castellano para referirse al dialecto románico nacido en el Reino de Castilla durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta región. En España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la lengua común del Estado en relación con las otras lenguas cooficiales en sus respectivos territorios autónomos, como el catalán, el gallego o el vasco.»
Ahora reflexionemos:
¿Está bien que cada uno de nosotros represente con su castellano su región de origen? ..
¿Todos deberíamos hablar un castellano universal, sin dejes, ni muletillas?
El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, ya que se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos millones de personas (América Latina y España). Asimismo, es la denominación que se utiliza internacionalmente (Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.). Aun siendo también sinónimo de español, resulta preferible reservar el término castellano para referirse al dialecto románico nacido en el Reino de Castilla durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta región. En España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la lengua común del Estado en relación con las otras lenguas cooficiales en sus respectivos territorios autónomos, como el catalán, el gallego o el vasco.»
Ahora reflexionemos:
¿Está bien que cada uno de nosotros represente con su castellano su región de origen? ..
¿Todos deberíamos hablar un castellano universal, sin dejes, ni muletillas?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)